lunes, 28 de mayo de 2012

COPLA DEL ECLIPSE de Geert kliphuis

                                      
           
                                                                                                         

COPLA DEL ECLIPSE


Para Raquel Martínez




Tantas veces, el eclipse de los queridos
me dejó ausente, sin ritual:
sin flores ni una puñado de tierra,
sin poder esconder mi cara en las camisas de mis amigos.


La joven sefardita me mostró la luz del alba
y el brillo terciopelo de la noche.
Me contó las arabescas de Sherezade
y bailaba en la cocina los Sketches of Spain.
Con sus pelos de cuervo, ojos grises-oscuros,
sus pies desnudos y faldita ceñida,
era la presentadora mascota de los canadienses
en OPMC, la sola radio jazz en Holanda,
un oasis en la rigidez protestante
                   tantos años desde la Liberación.


McCartney cantó Yesterday cuando ella ordenó a su hombre
mi exilio del viento silencioso en su cementerio;
yo había ya sido testigo de como
su danza se inmovilizó despacio.
Ha bajado el telón ante su ultimo paso.


Tan digna, en una noche de primavera,
tú, vestida en negro transparente
en honor de Núria Espert,
reveló mis ángeles de guarda en tu corazón.
Has logrado que por fin, en lágrimas inesperadas,
el dolor distorsionado de décadas
se ha disipado en un jirón de nube, ligero
como la alma de esta eclipsada.



Bruselas, revisado el 2 de octubre, 2011 
Autor: Geert Kliphuis     


                                                    

OPMC: Operational Press under Military Command, radio y prensa holandesa (establecido en el 1945), bajo control de los canadienses (los libertadores principales de Holanda, con polacos y belgas) para estabilizar las tensiones político-militares entre ex-maquis de izquierda, aún perfectamente armado, y el ejército oficial holandés de tendencia ultra-conservadora, las notorias ‘Fuerzas Interiores’. 
                                               
                                                              


sábado, 26 de mayo de 2012

Sobre mis pasos







Hoy voy a empezar
a desandar el camino
hasta encontrarte
para encontrarnos.
Voy a volver al punto 
de donde partimos juntos
sin darnos cuenta
que el tiempo
todo lo mata o se lo lleva.
Y perdimos los momentos
cuando no nos bastaban
los besos 
que ahora nos sobran,
las caricias incanzables
nos dejaron 
las manos cansadas,
aferradas a caricias
dormidas, desganadas.
Buscando sueños 
dejamos de soñarnos, 
de sentirnos, de vivirnos.
Dejamos tanto después
que nos quedamos 
sin después, llenos de ayer
pero vacíos de mañanas.
Hoy voy a buscarte hasta encontrarte
para encontrarnos... de nuevo.


Eve V.Gauna Piragine


"Estás" de Oscar Alberto Fernande Folgerá





Estás


Autor: Oscar Alberto Fernande Folguerá



Casi sin percibir
De a poco tu fragancia me invade
Se apodera de mis sentidos
Penetrando hasta el alma
No avizoro tu presencia
Pero estás…
Claro que estás
Si nunca te has ido
Vives en mis pensamientos
Haciéndote realidad
Sos mi verdad
Más allá de la lejanía
Te siento toda mía
Murmurándome amor
Compartiendo el calor
De sentimientos infinitos
Que se corporizan en el mismo sitio
Donde fuiste mía una vez
No te veo pero estás
No me hablas y te escucho
Eres un sueño pero te siento
Entre mis brazos temblando
Compartiendo nuestra pasión
Acallando la hoguera
De dos cuerpos unidos
Ardiendo de amor…
Sé que eres tú
Pero solo tu fragancia me acompaña
Como si al irte la dejaras
Para que no te pueda olvidar


Autor: Oscar Alberto Fernande Folguerá



jueves, 10 de mayo de 2012

La Muerte de una Rosa







En la cadena de tu condena
con recuerdos 
eslabonados
fui el quiebre estruendoso
del hoy con tu pasado.
No quise ser
La palabra-promesa incierta
de un mañana esquivo
sino el grito urgente
del presente
que se clavó en tus oídos.
Por ti fui martillo, clavo,
grito de luz infinito.
Te entregué todos los océanos
en una lágrima, comprimidos
y te ofrendé en un grano de arena
todos los desiertos del mundo.
Y tú dejaste morir una rosa
en una noche de frío...
No tienes perdón!

Eve V.Gauna Piragine.
Acrílico: “La Dama de Rosa”
De Marcela Nuñez de la Rosa.