LA ABUELA DE SAUDADES
A la memoria de mi abuelo gallego
don Froilán Fernández.
don Froilán Fernández.
Autora: Alicia Fernández Leleu
Era dulce y morena,
con un aire romántico.-
con un aire romántico.-
Paseaba con mi abuelo
por los atardeceres de Coruña
cuando los dos tenían veinte años.-
por los atardeceres de Coruña
cuando los dos tenían veinte años.-
El le cantó su adiós una mañana.-
Ella esperó sus cartas.-
El le envió por barco
la esperanza, los sueños,
la labor y el cansancio
de tantas horas de búsqueda y trabajo.-
Le contó su morriña,
su temor al fracaso.-
No sé si le escribió "te necesito",
pero ella lo supo desde siempre,
desde las manos juntas en la costa
de la suave Galicia marinera,
de la Galicia resignada
a perder a sus hijos,
a sus hombres
ávidos de tierras anchas y fecundas.-
Ella esperó sus cartas.-
El le envió por barco
la esperanza, los sueños,
la labor y el cansancio
de tantas horas de búsqueda y trabajo.-
Le contó su morriña,
su temor al fracaso.-
No sé si le escribió "te necesito",
pero ella lo supo desde siempre,
desde las manos juntas en la costa
de la suave Galicia marinera,
de la Galicia resignada
a perder a sus hijos,
a sus hombres
ávidos de tierras anchas y fecundas.-
Era dulce y morena,
con un aire romántico.-
con un aire romántico.-
El le cantó su adiós una mañana.-
Ella esperó sus cartas,
las contestó soñando:
"Cuando yo vaya, cuando estemos juntos..."
Pero una tarde
la distancia se volvió infinita.-
Y los ojos azules del abuelo
guardaron una lágrima
para contarme la historia de Saudades
contemplando el retrato
de su novia morena,
tan pequeña y tan suave
como la playa de la despedida,
con el mar en el alma,
con la quietud elemental
y mansa de la arena.-
Ella esperó sus cartas,
las contestó soñando:
"Cuando yo vaya, cuando estemos juntos..."
Pero una tarde
la distancia se volvió infinita.-
Y los ojos azules del abuelo
guardaron una lágrima
para contarme la historia de Saudades
contemplando el retrato
de su novia morena,
tan pequeña y tan suave
como la playa de la despedida,
con el mar en el alma,
con la quietud elemental
y mansa de la arena.-
Ella no tuvo vida para ser mi abuela.-
Se acabaron sus veinte años en la tierra gallega.-
Pero yo, desde lejos,
desde esta América que no llegó a tenerla,
desde la voz quebrada del abuelo
diciendo: "ésta es LA novia"
mientras se le llenaban los ojos de recuerdos,
la proclamo mi abuela de saudades,
mi abuelita morena,
más joven y más tierna que yo,
que todavía dudo.-
Se acabaron sus veinte años en la tierra gallega.-
Pero yo, desde lejos,
desde esta América que no llegó a tenerla,
desde la voz quebrada del abuelo
diciendo: "ésta es LA novia"
mientras se le llenaban los ojos de recuerdos,
la proclamo mi abuela de saudades,
mi abuelita morena,
más joven y más tierna que yo,
que todavía dudo.-
Una abuela
que me sonríe desde el viejo retrato
que un amor de más de medio siglo
le arrebató a la muerte.-
Una abuela
que me dice que sí,
que hay que creer en el amor de un hombre
capaz de escribir cartas sencillas desde lejos,
que dicen, sin decir: "te necesito".
desde lejos,
del otro lado de los mares
o de la vida.-
Alicia Fernández Leleu
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