jueves, 24 de julio de 2014

jueves, 10 de julio de 2014

EL POEMA TENEBROSO - Verso III (El romance sombrío) - Autor: Enrique Urueta







EL POEMA TENEBROSO

Autor: Enrique Urueta 


Verso III
(El romance sombrío)



El eclipse llegó aventajado
obscureciendo la esperanza de los cuervos tristes
que se quedaban dormidos entre sus negros cabellos.
El aroma de las plumas negras se percibe
en cada beso sepultado en su cuello y en su boca.

El letargo se decolora moribundo
mientras canta a lo lejos el pájaro en desvelo
su eterna canción de noche,
—el latente silencio de un sueño en reposo—
que hacía eco en su lúgubre mirada.

las estrellas inmortales sienten emerger
de las sombras el eterno romance
de un suspiro atrapado entre nuestros labios.
La luna se tiñe oscura mientras ella se desnuda
deslumbrando su cuerpo entre las sombras.

Me hirió la piel con las caricias más dulces
bebiendo así mi sangre que emanaba
amargamente de mis heridas.
Su alma se saciaba de deseo
al apretarse contra mí como una espina.

Ya nada queda luego
sino solo nuestras sombras consumidas,
bocas laceradas y sangrantes
derramando, todavía,
eternos besos de agonía.


Enrique Urueta 
México

Y SI NO HUBIERAS EXISTIDO - Autor: Luis Romero







Y SI NO HUBIERAS EXISTIDO

Autor: Luis Romero



Y si no hubieras existido 
por ti misma 
te habría inventado yo 
en alguna noche insomne

en una de esas noches 
donde el frío 
cala como muerte lenta 
entre los huesos.

En esos secretos delirios 
de lunar estirpe 
en esas grises 
y postergadas horas de suicidio.

Te habría inventado 
exactamente como eres 
con tus ojos calmos 
y tus labios de sabores mieles

con tus alas libres 
y orgullosos pasos 
con el alma triste 
y llena de blancos sortilegios

con la belleza de un verso alejandrino 
y con vuelo terso y ligero 
de sombra de estornino.

Sí, te habría inventado yo mismo 
mi blanca rosa etérea 
mi tierna princesa de Sideria 
porque eres luz y alumbras todos mis abismos.


Luis Romero
México
Infografía: Gonzalo Fernández

lunes, 7 de julio de 2014

FRASES





EL POEMA TENEBROSO - Verso II (Las Ruinas) - Autor: Enrique Urueta







EL POEMA TENEBROSO

Autor: Enrique Urueta 

Verso II
(Las Ruinas)



Ya la ciudad Alvina descansa sus pilares.
El polvo de las eras dormita en su piel lechosa,
que son nada más que ruinas y recuerdos,
donde almas se cortejaban cada noche,
donde su fantasma aun descansa en mi memoria.

Es la necrópolis de los enamorados,
el cementerio de las estrellas decaídas
donde se levantan las rosas negras
como sombras que se extiende
por el luto de los corazones perdidos.

Alvina, la casa de los amantes oscuros;
la lúgubre fragancia de los amores
se ha impregnado en las hojas sedientas
de los arboles que la amurallan.
Nuestra sangre aun yace intacta y fragante.

Sanguinolenta de recuerdos;
aun la veo en las tristes paredes derruidas,
en la boca de la aciaga luna
a quien le conjuré su nombre
en la eternidad de los recuerdos.

En sus ojos oscuros vertí todos mis sueños
que yacen ya entre la muerte
y la oscuridad de esta ciudad abandona
donde he dormido esperando
en la inmensa soledad de este abismo de castillos.


Enrique Urueta 
México

UNA MAÑANA - Autor: Oscar A. Fernande Folguerá






UNA MAÑANA


Autor: Oscar A. Fernande Folguerá


Me he encontrado con unos ojos esta mañana
provenía de un rostro aniñado, mirada triste 
cuánto dolor venía de su alma y afloraban 
reparó en mi al descuido, ¡cuánta dulzura! 


Me robó un suspiro, intrigas por esa imagen 
nacida para ser amada, mas encerraba pena 
¿quién puede arrebatarte la dicha bella musa 
si tan solo pétalos de flores podrían rozarte?

¿Llegaré a conocerte? ¿sabré de tus pesares?
pasé a tu lado, intenté unas palabras, dudé
mis labios se volvieron torpes, balbuceé…
percibiste mi ansiedad, te robé una sonrisa.


En esta mañana monótona, una más de rutina
¡de pronto se alteró! te crucé en mi camino
valió la pena, logré arrancarte de tu mundo
el destino se encargó de mover las piezas
¿es hora de cambiar nuestras vidas?...


Oscar A. Fernande Folguerá
Argentina

NO NOMBRARTE







NO NOMBRARTE



El amor estaba
en cada excusa 
que buscábamos para vernos
y estaba también
en las tantas veces 
que decidimos evitarnos.
El amor se nos revelaba como una ausencia
rota por los pensamientos
y alimentada por las circunstancias.
El amor nació sin quererlo
en el mismo instante en que nos conocimos
se disparó en el aire a quemarropa
con su puntería certera
y desarmó el esqueleto de nuestras realidades.
El amor nos transformó
en dos equilibristas idiotas
en un par de sombras tramposas
unidas por una huida 
constante hacia ningún lado.
Ahora el amor está en la costumbre simple
de no nombrarte.


Eve V.Gauna Piragine

"SI DIGO MAGDALENA" - Autora: Susana Inés Nicolini








"SI DIGO MAGDALENA"

Autora:  Susana Inés Nicolini



Acompaña a la tarde
una luz grisácea
fuera de tono,
como una bisagra
con la cual dobla la noche.
Hay una canción
que suena a la distancia
en el lugar del miedo,
donde se quiebra el espacio
que no llenó el amor.
Escucho resonar el agua
sobre mi lenguaje
acurrucado.
Tantos días he caminado
bajo la lluvia desconocida,
plena de formas
y visiones desoladas,
para reconocer la ofrenda,
para no sustentarme nunca
de nuevo en un hombre
La gente recibe cosas:
obsequios,
presagios,
sueños, caricias…
A mi me han dado un silencio,
un puro errar,
una luna yerma,
y está tan lejos el muro
para suplicar 
y tan cerca, el saber que no hay.


 Susana Inés Nicolini
Argentina

EL POEMA TENEBROSO - Verso I (Ella) - Autor: Enrique Urueta








EL POEMA TENEBROSO

Autor: Enrique Urueta 

Verso I
(Ella)


Tétrica, como un octubre negro
con labios que deshojan besos fúnebres
con sabor a réquiem de otoño
que bendicen la nostalgia de la lluvia
que se forma en mis heridas.

Es confusa letanía de las sombras.
Oscura, más oscura que la noche;
una alma que desangra, sombría,
la pasión de la amarga penumbra
que lleva en su venas todavía.

Si tan sólo fuera mía,
Los cantares de la luna no serían en vano,
los pesares de los sueños se calmarían
con el lúgubre hechizo del eclipse 
que se forma entre sus manos.

Que arcanos ojos tiene
el horizonte que nace en sus pupilas
es extenso paraíso de las sombras.
El misterio de la muerte y la agonía
me abrazan cuando, siniestra, ella mira.

Noctívaga, hija de la noche.
Es el desvelo que camino por las calles,
El lúgubre sueño que atesoro.
Tenebrosa por su silencio,
amada porque, doliente, aún la lloro.


Enrique Urueta 
México

PENA - Autora: Martha Oliveri







PENA

Autora: Martha Oliveri


Minúsculo el azar nos vuelve dueños
de esta dicha ilusoria de ser hombres,
de tener un destino
un preámbulo de estrellas 
y una dulce campana doblando por el fin.

Pena por tanta pena que no dice
por tanta soledad en espesura
somos la selva aislada en sus raíces,
renegando la altitud que une las frondas
y da alas al éter y tierra al infinito.

Pena por tanta pena que no sabe
Y elige el féretro eterno de los mártires
"que callen los que niegan la odisea
que jamás ocurrió bajo este cielo"

"Crucificad al paria que ignora tu estandarte
tu orgullo de nación, de rey o escriba"
lo mismo da:: Nerón puede ser Pedro 
y Pedro una metáfora del santo inquisidor.

Pena qué inmensa pena
tanta belleza inútil 
tanta emoción contraria 
y el alma entre paréntesis. 


Martha Oliveri
Argentina