martes, 19 de junio de 2012

OH BREVE E INFINITA - De Orlando Santana Cabrera






Crecen la maleza la belloda
de oscuro y amargo fruto,
lo mismo que crece en el pedrusco polvoriento
de mi corazón, y como enraizas y ramificas,
oh veneno licenciosa e inclemente,
absorbiendo mi aliento,mi tiempo y espacio.
Cuando canta el gallo soberbio
y la mañana invade las calles de los muertos
y los túneles donde se levantan altares de lujuria,
cuando el crepúsculo es un incendio
o cuando se encienden las antorchas de la noche.
Yo arrastro el pecado de amarte
hasta las siniestras playas de los naufragios,
acaso avergonzado de tanta idolatría
poseído por el pálido demonio de mi deseo.
Y ahí estás de nuevo, descalza ante las olas
que vienen de lejos a rendirte pleitesía,
mirando abstraída el negro piélago.
Qué se te perdió tan lejos y tan profundo,
qué náufrago cadáver aguardas en tu orilla,
oh breve e infinita como un diamante
que no alcanzará mi mano a través de la distancia!


Autor: Orlando Santana Cabrera

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