miércoles, 22 de enero de 2014

DE AMOR Y DE SOMBRAS - Autor: Luis Romero










DE AMOR Y DE SOMBRAS

Autor: Luis Romero



Hubiéramos podido
Empapar las sábanas de amor salvaje
Subir al cielo en espiral de espasmo
Y llevar el salmo de la locura.
Hubiéramos podido
Caminar la oscura senda
Del dolor compartido
Ver las estrellas con ojos de sorpresa
Y perdernos en la espesa danza de la niebla.
Hubiéramos podido
Criar eternidades
Mares de ilusión
Y una legión de ángeles esclavos.
Hubieras podido
Llamarte Mariana.


Mi querida Mariana
Acaso la muerte te comió la lengua?
Estrenan silencio tus labios
Tus manos rozan el abismo.
Mi querida Mariana
Supe que te buscaba
Después de perderte para siempre
Cuando tu amor se quedó inmóvil.
Mariana
Abre tus ventanas de zafiro muerto
Levanta tu imperio
Hacia mi suplicio.
Me miras sin mirarme
Estoy absorto en la belleza de tus restos
Estoy perdido en tu gélido universo
En la transparencia de tu carne.


Hubieras podido
Matarme la tristeza de vez en cuando
Cabalgar en las llanuras de la utopía
O sembrar estigmas en mis labios.
Hubieras podido
Ser sólo mía
Bañarme con tu sangre suicida
En rocío lunar.
Hubieras podido
Perder el tiempo conmigo
Abrir tus alas a mi viento
Y en el opio de mi verbo
Navegar la insania.


¿Qué cielo pisas?
¿Qué infierno adornas?
Es tu sombra mi luz
Mi cruz y mi antorcha.
Es inútil esta lucha
De mi beso contra tu sueño
Bella muriente
Es inútil.
Qué triste esta cercanía de cuerpos
Qué cerca esta lejanía de almas
Mi llanto inunda este destiempo
Esta letanía de suspiros
Esta trama de amor mutilado.
A mi lado eres como una piedra
Pero más suave
Pero igual de quieta.


Hubiera podido
Ser aquel que no soy
Dedicarte mi nostalgia
En blanco vuelo.
Hubiera podido
Hacer un cuento de amor sombrío
Inspirado en el brillo de tus ojos.
Darte a comer mi corazón
Y desollar dioses
Para cubrirte con su piel.
Hubiera podido
Borrar tu nombre del olvido
Sacarte ilesa
Del final de la tormenta.
Hubiera podido
Hacer caminos de edén infinito
Y acunarte entre nubes
En azul terrestre.


Dejo caer los ojos sobre ti
Y advierto el tétrico espectáculo
Pero tú eres sorda a esta barbarie poética.
Dejo caer los párpados
Quiero olvidar la escena
Es más duro que el llanto de una roca
En desamor.
Y cómo olvidarla
Si es tan pura como el viento
Con tu aroma en esplendor de ángel.
Junto a la sombra de tu vida
Se me olvida que no escuchas mis palabras
Ni escuchas mi silencio.


Es mentira que me miras
Que respiras la poesía de esta tristeza
Es mentira que deliras
En la caricia de mi voz.
Es mentira
Un sueño lacónico
Un idilio que expira.
Todo es mentira
Yo inventé la lumbre en tus manos
Y tu páramo encendido.
Es mentira que tú piel
Sea de terciopelo
Pero lo fue
No hay duda.
Es mentira que desprendes luz
Que la niebla no te toca
Que la luna llora por ti.


Estoy a los pies del dolor
Entre tu sueño eterno
Y tú despertar imposible.
No hay táctica contra ti.
Sembraré un réquiem en tu oído
Un beso triste en tu misterio
Y mi deshecho corazón
En romance rapaz.
Me envuelve el frío de la melancolía.
La callada sinfonía de tu cuerpo
Desnuda murmullos de amor y de sombras
El final de mi canción fantasma.
El último brillar de mis ojos sobre ti.
Te veré por última vez
Detrás del cristal.
Pues los ojos de la muerte
Te vieron primero.


Luis Romero
México



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